23.6.09

Oro y agua

Yo , una vez, tuve un perrito
todo recubierto de lana,
con el corazón desbocado
y el arco-iris en la mirada.

Era Johnson su nombre de guerra,
aunque en paz siempre le hallaba
dibujando con su terso cuerpo
el perfil de una flor de oro y agua.

Ese perrito, una vez, me tuvo
paseando por las nubes más altas,
con una sonrisa vistiendo mi boca
y la alegría andando en sus patas.

Hace tiempo, mi perrito, se fue
entre esperas y dolencias enervadas,
a vivir el instante sin retorno.
En el arco-iris veo su mirada.

6.6.09

Cada...

Cada uno de mis días, puedo oír a tu voz y a tu corazón contándome sus cosas, sus reacciones, sus risas y sus corajes.
Cada uno de mis días, yo hago lo mismo. Tu espíritu comprensivo me escucha atento.
Cada uno de mis días, agradezco enormemente esta suerte y me conmuevo por ello.

Cada uno de nuestros días.
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