27.4.09

Bajo el sol

El césped brilla con el rocío, reavivado,
la fuente desborda. El abedul inclina
su cabeza movediza, y la enramada
está llena de ruidos y fulgores. Allá se ven

grises nubes aureoladas de llamas rosas
que anuncian el día y ascienden sin ruido,
como el oleaje que golpea la orilla,
así ellas suben poco a poco, cada vez más alto,
cambiantes siempre.

¡Ven, dorado día, ven y no te apresures
en llegar al cénit!
Porque mi mirada vuela mejor y más confiada
en tí, sol de alegría (...)

(Des Morgens, Hölderlin)

Contigo, brilla el sol.

4 comentarios:

Alana dijo...

y la Luna, las estrellas...

Cora dijo...

Bonito poema =)

lady ra dijo...

muy chulo me gusto mucho

Abimo Pectore dijo...

Me alegra que os haya gustado. Gracias por comentar.